Actualmente contamos con varias alternativas en comercio electrónico y algunas de ellas ya cuentan con opciones de importación masiva hacia sus sistemas, como en el caso de OpenLazarus.
Actualmente contamos con varias alternativas en comercio electrónico y algunas de ellas ya cuentan con opciones de importación masiva hacia sus sistemas, como en el caso de OpenLazarus.
Estas opciones en nuestro caso pasan a un segundo nivel más completo donde ofrecemos la posibilidad de conectar bases de datos externas de mayoristas, fabricantes, etcétera, agilizando en gran manera el trabajo que el administrador debe de realizar para mantener su web actualizada, ya que el sistema se encarga de actualizar el stock, el precio y demás campos de los productos publicados en su comercio.
Esto es, sin duda, una ventaja excepcional para mantener tiendas de más de 5.000 productos con escasos recursos humanos, ya que una única persona puede llevar el control de todo un comercio que a la larga genera ingresos sustanciales. El problema llega cuando esta tendencia hace que olvidemos que un comercio electrónico no es solo publicar artículos, sino también mimar su contenido.
Si extrapolamos un comercio virtual a un comercio físico podríamos decir que contar con una herramienta de importación y actualización de contenido podría ser un equivalente a tener en nuestro comercio físico unos dependientes atentos. Ya que la herramienta virtual nos hará aumentar las posibilidades de venta al igual que estos trabajadores causarán una ligera tendencia a la simpatía y, por ende, un mayor porcentaje de compras satisfechas.
¿Pero qué pasa si estos dependientos son antipáticos o no tratan bien a nuestros clientes? Muy simple, que las ventas caen de forma drástica en nuestro comercio físico ya que éstos no atenderán como es debido y los clientes no se sentirán igual de satisfechos. Esto podría variar en función del tipo de producto que vendamos, pero si encima el producto es caro o considerado de lujo el porcentaje de fracaso es todavía mayor. Bien, esta misma regla se puede usar para las tiendas virtuales usando como concepto la buena ubicación de las ofertas, rotación de productos en portada, un buen tratado de precios y las veces que usemos herramientas como el mailing masivo o cupones promocionales.
Si disponemos de un comercio con 5.000 artículos dispuestos en una mala categorización o simplemente al cliente le cuesta ubicar los productos que le puedan ser de su interés, es como tener unos dependientes antipáticos que no ayudan en nada a la venta a nuestro cliente, ya que la primera acción que realizará éste será marcharse de nuestro negocio.
Por eso es sumamente importante seleccionar los productos que aparecerán en nuestra portada, rotar banners promocionales, realizar campañas puntuales con cupones de descuento y márgenes más apretados y así conseguir un efecto positivo y de retorno en nuestros posibles clientes, ya que, a pesar de que tenemos un comercio virtual y que este tenga la capacidad de nutrirnos con miles de artículos a diario, no debemos caer en el error de pensar que con publicar todo el contenido sin orden ni compás vamos a vender más, porque no es así.
Otra regla de oro que debemos tener en cuenta es que el tiempo es un factor clave en un negocio online. Muchos caen en el error de pensar que montando un negocio online en dos semanas estarán vendiendo miles de euros, y todos, o por lo menos la gran mayoría, sabemos que antes de vender el mundo tiene que saber que existimos, pero esto será tema de otro post en el blog que dedicaré en exclusiva a él.
Espero que este artículo haga reflexionar a más de uno y nos permita darnos cuenta de que las estrategias comerciales de toda la vida son igualmente válidas para el ámbito online.